Para celebrar "European Wine City Jerez'14" ("Jerez 2014 Capital Europea del Vino") las "Bodegas El Maestro Sierra" han organizado una pequeña, pero muy interesante, exposición de etiquetas de vinos de Jerez desde 1870 a 1930, pertenecientes al coleccionista Francisco Odero Álvarez. No sólo se exponen etiquetas sino algunos documentos relacionados con el proceso vitivinícola.
Para acompañar a la exposición, en las instalaciones de "El Maestro Sierra" en la Plaza de Silos nº 5 del barrio de la Merced de Jerez, Carmen Borrego Plá, historiadora e hija de la bodeguera Pilar Plá Pechovierto, desarrolló una conferencia con el título "El regusto de aquellos vinos que ya no están".
Carmen Borrego Plá |
La conferenciante, acompañándose de una proyección de diapositivas, habla de "los precedentes" de las etiquetas: las marcas de las ánforas y de las botijas peruleras o damajuanas (que ya en el siglo XVI se marcaban con "Jerez nuevo" y "Jerez añejo").
La etiqueta (marca o señal que identifica un objeto) es equivalente a "marbete" (en caló). Se comienza a generalizar en 1830 cuando José María González Ángel empieza a embotellar el jerez. La botella, primero bordelesa, pasó a la actual jerezana. Existe una armonía entre la botella y su etiqueta.
Este tiempo comienza con la "epidemia de fiebre amarilla", en la que el jerez se usa como desinfectante, le sigue la "invasión francesa", la "independencia de las colonias", el apoyo británico a los vinos franceses (se rechazan los españoles por estar fortificados) y, finalmente, la "filoxera".
La industria vinatera se va fortaleciendo: la transformación del mosto en vino mediante el genuino "sistema de criaderas y solera", el choque de la industria vinatera con la industria textil catalana (por el proteccionismo), la aparición de industrias subsidiarias (de impresión en Cádiz y Jerez, de embalaje, ...), la construcción del ferrocarril Jerez-El Trocadero para el transporte de los vinos, la traída de la luz y el agua, y la creación de casinos que servían de lugar para hacer negocios y pactos.
La sociedad es mentalmente conservadora en lo político y en lo familiar (patriarcado), muy católica, algunos con títulos nobiliarios o pontificios y amantes de la buena mesa (Rivero, descendiente de Cabeza y Zarco, llevaba para merendar una copiosa y cara comida).
Sucede la "Guerra de Cuba", en la que la técnica norteamericana arrasa, y, finalmente, su independencia; aunque se mantienen buenas relaciones comerciales con los "mambises" (cubanos independentistas) y, allí, se autoriza embotellar jerez. Aún se sigue utilizando en la isla la expresión "este vive como un jerezano".
Surge la "Generación del 98" (regeneracionismo y modernismo). En Jerez se mantienen el historicismo, el catolicismo, el romanticismo, el costumbrismo y la estructura familiar patriarcal. Todo esto se verá reflejado en las etiquetas.
Divide las etiquetas de este periodo en:
La etiqueta (marca o señal que identifica un objeto) es equivalente a "marbete" (en caló). Se comienza a generalizar en 1830 cuando José María González Ángel empieza a embotellar el jerez. La botella, primero bordelesa, pasó a la actual jerezana. Existe una armonía entre la botella y su etiqueta.
Este tiempo comienza con la "epidemia de fiebre amarilla", en la que el jerez se usa como desinfectante, le sigue la "invasión francesa", la "independencia de las colonias", el apoyo británico a los vinos franceses (se rechazan los españoles por estar fortificados) y, finalmente, la "filoxera".
La industria vinatera se va fortaleciendo: la transformación del mosto en vino mediante el genuino "sistema de criaderas y solera", el choque de la industria vinatera con la industria textil catalana (por el proteccionismo), la aparición de industrias subsidiarias (de impresión en Cádiz y Jerez, de embalaje, ...), la construcción del ferrocarril Jerez-El Trocadero para el transporte de los vinos, la traída de la luz y el agua, y la creación de casinos que servían de lugar para hacer negocios y pactos.
La sociedad es mentalmente conservadora en lo político y en lo familiar (patriarcado), muy católica, algunos con títulos nobiliarios o pontificios y amantes de la buena mesa (Rivero, descendiente de Cabeza y Zarco, llevaba para merendar una copiosa y cara comida).
Sucede la "Guerra de Cuba", en la que la técnica norteamericana arrasa, y, finalmente, su independencia; aunque se mantienen buenas relaciones comerciales con los "mambises" (cubanos independentistas) y, allí, se autoriza embotellar jerez. Aún se sigue utilizando en la isla la expresión "este vive como un jerezano".
Surge la "Generación del 98" (regeneracionismo y modernismo). En Jerez se mantienen el historicismo, el catolicismo, el romanticismo, el costumbrismo y la estructura familiar patriarcal. Todo esto se verá reflejado en las etiquetas.
Divide las etiquetas de este periodo en:
1) Tradición e historia: Aparecen las figuras de Santiago "matamoros", de la batalla de Clavijo, o, Fernando III, con su espada lobera; recuerdos a la Edad Media, a Cristobal Colón y al descubrimiento de América siguiendo la "teoría providencialista" (España estaba destinada a descubrir América). La "Exposición Iberoamericana" (Sevilla, 1929) se representa por los pajes que llevan el catafalco de Colón en la catedral de Sevilla. El conquistador Pizarro, del Potosí.
2) Religiosidad y propiedades curativas de los vinos de Jerez: Aparecen Noé, los vinos para consagrar (sin fermentar y muy dulce) y los vinos quinados (a los soldados que volvían de Cuba enfermos de tuberculosis y disentería se les daba como nutriente). También se usaron como preservativos de la difteria.
3) Imagen de la mujer a través de las etiquetas:
- Mujer romántica: Estar en todas partes pero sin notarse. Casaderas. Con vinos dulces como el moscatel o dulce gloria, lacrima christi (vino italiano de la Campânia, muy dulce y con 13º), pajarete o paxarete y málaga.
- Mujer de "vida alegre": Ambarina (no muy clara). Ligera de ropas. Malvasía.
- Mujer costumbrista: Orgullosas de las costumbres sevillanas. Poderío. Siempre con flor en el pelo y mantón de Sevilla (con pájaros y flores) o de Manila. Aplebeyamiento de la burguesía. Relación flamenco y toros.
4) Arte del toreo: Aparecen mujeres toreras ("La Reverte"), pero terminan prohibiéndose y se les relega al rejoneo. Se representa la lidia y los instrumentos ("La Puntilla") y los grandes toreros ("Belmonte" de Triana o "Joselito" de La Macarena). En los años treinta se representa al torero y a la persona (humanizado) a la manera de como lo habían hecho los americanos con los actores para descubrir la mayor popularidad ("Lagartijillo"). Y como no, el toro.
Etiqueta de "Cayetano del Pino y Cía." (de www.gentedejerez.com) |
Acabó afirmando que la etiqueta es mucho más de lo que representa: ayuda a comprender la Historia de España y de Andalucía.
Finalizada la conferencia se sirvió una copa de los diversos vinos de "Bodegas El Maestro Sierra".
No hay comentarios:
Publicar un comentario