Portada del Alcázar de Jerez |
En
el Patio de Armas del Alcázar de Jerez (Alameda Vieja, s/n) está a punto de
celebrarse la primera fiesta del 80
cumpleaños del Consejo Regulador: la presentación de la gama embotellada,
siete vinos, para festejar el cumpleaños, con etiqueta de las marcas de tiza
del lenguaje bodeguero.
Diseño de la cartelería y etiquetas |
Los siete vinos presentados |
En
primer lugar tomó la palabra el Segundo Teniente de Alcaldesa del Ayuntamiento de
Jerez, Francisco Camas, que en una breve intervención, en la que dió
la bienvenida a los asistentes y ofreció la total colaboración del Ayuntamiento
con el Consejo Regulador, por el jerez y por Jerez. A continuación habló Beltrán
Domecq, Presidente de los Consejos Reguladores del "Jerez-Xérès-Sherry",
"Manzanilla-Sanlúcar de Barrameda" y "Vinagre de Jerez",
que agradeció el ofrecimiento y ensalzó la belleza del Alcázar
y de su patio de Armas, cedidos por el Ayuntamiento para este acto y, también,
dio las gracias por la extraordinaria asistencia de público. Finalmente, el
Director General del Consejo, César Saldaña, anunció, la presencia
del guitarrista jerezano Juan P. Carabante, que maridaría su
toque guitarrístico con los vinos y platos que se degustarían.
César Saldaña (Consejo), Francisco Camas (Ayuntamiento) y Beltrán Domecq (Consejo) |
Los
vinos servidos habían sido elegidos, en cata, de entre los cedidos por las
bodegas para su embotellado en una edición especial para celebrar los 80 años
de la Denominación de Origen "Jerez-Xérès-Sherry" y la comida servida
por "Alta Cazuela" Catering, que dirige Faustino Rodríguez Marín.
LA CATA MAGISTRAL
■Se
sirvieron dos vinos de crianza biológica bajo velo de flor, la manzanilla, número 1 del mantel de
cata, y, el fino, número 2. La manzanilla, fina, amarillo pajizo con
reflejos verdosos, aromas intensos y delicados con recuerdos florales y de
manzana verde. Ligera, salina y con nota de amargor en la boca. Retrogusto
largo, fresco y con notas de la flor. El fino, muy jerezano, dorado pálido, a la
nariz punzante y delicado, con recuerdos de almendras y panadería, muy seco
y ligero al paladar por su poca acidez. Gordo, que recordaba la impronta de
los finos antiguos, su mineralidad y la persistencia de la flor.
Las
tapas acompañantes, "crema templada
de alcachofas con crujiente de jamón ibérico", "zamburiña templada con parmesano y vinagreta de bayas
silvestres" y "mejillones
con vinagreta de naranja".
Acompañó
la guitarra por "Alegrías".
■El vino número 3, a medio camino entre la crianza biológica y la oxidativa un espectacular
y viejo amontillado, serio, potente
y con estructura, oro viejo y ámbar, muy brillante, de punzantes aromas con
notas de avellana y madera vieja noble; largo, complejo y muy persistente,
se servía con una "ensalada de rúcula
con tataki de atún y sésamo".
Mientras,
la guitarra dejaba las notas tristes de las "Soleares".
■ Luego, una pareja de vinos secos de crianza oxidativa, de "crianza
tradicional" como gusta decir a Beltrán
Domecq. El número 4 era un palo
cortado, el hoy discutido vino que ¿nace por accidente? o ¿se hace?, pero,
de cualquier manera, "vino de meditación", formando pareja con el
número 5, un potente oloroso
jerezano. El palo cortado, ámbar
brillante, lágrima persistente, aroma moderadamente punzante, gran complejidad,
notas de frutos secos, hojas de tabaco y barnices, muy elegante en boca, acidez
equilibrada con nota cítrica, seco, muy glicérico y persistente. El oloroso, ámbar intenso con tono castaño,
reflejos verdosos y lágrima persistente, con aromas de maderas nobles, nueces,
cuero y barnices. Goloso al paladar, muy estructurado y de paso suave y cálido.
Se acompañaban del contundente "pastel
de zanahoria y brócoli con carrillada de ternera en su jugo", llevando
de la mano a la gelatinosa textura de la carrillera.
La
guitarra se quejaba con las notas flamencas de las "Seguidillas", o de su corrupción fonética "Seguiriyas".
■El
vino 6, un dulce de cabeceo, del jerezano "arte del cabeceo", del
gusto británico, un cream obtenido a
partir de oloroso al que se añadió pedro
ximénez, caoba oscuro, denso, aroma intenso dulzón en el que aparece la pasa, toques
cítricos, frutos secos, de paladar sedoso, suave, amplio, dulzor equilibrado,
elegante, largo y agradable. Esta vez se acompañaba del "risotto de boletus", cuyo sabor subía y subía frente al
suave dulzor del cream.
■César
Saldaña, hoy maestro de ceremonias, anuncia que con el vino 7, pedro ximénez, acompañado por "vasito de mousse de turrón",
a quien alguien sugiere añadirle unas gotas del dulce natural pedro ximénez, se dará por terminado el
primer acto del 80 aniversario del Consejo. Elaborado con las uvas blancas
pedro ximénez soleadas y volteadas en las paseras, de intenso caoba, casi
ébano, reflejos yodados, con una densidad que tiñe la copa, aromas de pasas,
higos y dátiles, toques de miel, arrope y frutas compotadas, recuerdos de tonos
tostados y regaliz, de aterciopelado y untuoso paso, con una acidez que equilibra
el dulzor y un final largo. Casi no se notan los más de 400 g/L de azúcares reductores que
contiene.
Las
notas de la guitarra explosionan con los sones de las "Bulerías".
Soplaba
un flojo y agradable viento fresco del oeste (poniente) que hizo aún más
encantadora la estancia en el hermoso y cuidado Patio de Armas del Alcázar del
Ayuntamiento de Jerez, mientras Beltrán Domecq iba desgranando las
características organolépticas de cada vino, o mejor vinazo, César
Saldaña, elevaba sus reflexiones sobre los maridajes con los
platos-tapas elaborados y servidos magistralmente por el equipo de Faustino
Rodríguez, y los geniales rasgueos de la guitarra de Juan
P. Carabante interpretando los tonos de los palos universales de nuestro
flamenco.
Terminando el comienzo de las fiestas de la celebración de los 80
primeros años del Consejo Regulador del Jerez llegan
las despedidas, las luces se van apagando y dejando solo el Patio de Armas del
Alcázar. ¡Adios!. ¡Hasta la próxima!.
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