La asociación cultural portuense Ateneo del Vino, dentro de la
programación de sus actividades mensuales, la de mayo, la dedicó a visitar con
sus asociados las Bodegas ARFE de
Jerez de la Frontera.
Las Bodegas
ARFE, acrónimo de Arroyo Felices,
apellidos de Luis, propietario de la
bodega.
¿Pero, quién es Luis
Arroyo, que a finales del siglo XX y principios del XXI decide fundar una
bodega de vino generoso?.
Es un gaditano,
formado en la Universidad de Cádiz como químico y enólogo, que vive en El
Puerto, y casado con la profesora portuense Teresa
Fernández Rivera. Tienen una hija y un hijo.
Luis
que trabajó primero en las direcciones técnicas de las Bodegas Bobadilla, siguiendo a continuación en las portuenses Bodegas Osborne, para recalar de nuevo
en Jerez, ya como responsable de la Dirección Técnica, en Bodegas Garvey hasta 2015. Luis
confiesa que su sueño fue, desde siempre, tener una bodega, pero que su ética
no le permitía durante el tiempo en activo hacer ningún tipo de vino. Esperaba,
anhelante, la edad de la jubilación.
Compró un casco bodeguero [que es bodega, al menos, desde 1767, ya que en el primer pilar derecho
aparece una lápida con la inscripción "Se redifico este solado año de
1767. Siendo administrador el Sr. Don. Diego de Olbaneja
y sindico procurador de esta cidad de Xerez de la Frontera.s.". Fue
propiedad de "Bodegas CZ-J.M. Rivero", casa fundada en 1650. En la
década 1950-1960 pasa a manos de la firma "Carbonell y Cía.",
posteriormente la compró el bodeguero Antonio Núñez Terriza y finalmente
perteneció a la "Peña Rociera El Ajolí", presidida por Faustino
Rodríguez Marín, que la utilizaba como almacén] en 2000 y este mismo año,
tras su restauración, comienza la actividad bodeguera. Construido en la cota
más alta de Jerez, en el flamenco barrio de San Miguel y, también, el
"barrio marinero jerezano" [por
la cercanía a las "Playas de San Telmo" en el embarcadero de la "Ermita
de San Telmo", dedicada, por los marineros, a Pedro González Telmo, O.P. y
sede de la "Pontificia y Real Archicofradía del Santísimo Cristo de la
Expiración, María Santísima del Valle Coronada, San Juan Evangelista y San
Pedro González Telmo", con una antigüedad de casi 500 años. Manuel Críspulo
González Soto, marqués de Bonanza, construyó el "Balneario de San
Telmo", de aguas mineromedicinales cloruradas-sódicas-sulfurosas,
que funcionó desde 1899
a 1911]. Es un casco a dos aguas sostenido por cuatro
arcadas, dos de ellas ocupadas por andanas.
Techo a dos aguas sobre cuatro arcadas abiertas |
A continuación
logra comprar las 216 botas jerezanas, que necesitaba para criar su vino,
envinadas con fino.
Finalmente, pendiente ya del cese de su actividad
laboral, se dedicó a buscar los sobretablas (mostos ya alcoholizados o
encabezados) a 17% que le gustaban. El primer año los encuentra en Chipiona, es
el 2000, y, los años siguientes, en Sanlúcar. Va buscando, intencionadamente,
la cercanía del mar.
Luis venenciando una copa de su palo cortado
Luis, que
apasionadamente desgrana los conceptos y contesta a las preguntas, dice que
buscaba el mar para lograr un oloroso muy fino y salino y madera envinada con
fino. Ese oloroso fino terminará convirtiéndose en un palo cortado con una edad
media de 16 años al día de hoy, que comenzó su oxidación desde el sobretabla de
18% y que hoy está, por concentración, en 20%. Sólo ha tenido la crianza
biológica, el velo de flor, durante el tiempo de sobretabla hasta que se
encabezó a 18%. Por el sistema de solera y criaderas, en 4ª, ha envejecido su
vino durante 16 años, ya, siempre, en crianza tradicional (oxidativa).
Una bota de la 1ª criadera de la andana central |
FICHA TÉCNICA
Nombre-Marca:
DE LA CRUZ DE 1767
Tipo de vino: Palo Cortado
Grado alcohólico: 20% vol. obtenidos por
concentración.
Denominación de Origen: Jerez-Xérès-Sherry
Variedades de uva:
Palomino de Jerez
Envejecimiento: Más de 16 años en las 216 botas de
roble americano de 500 litros por el sistema de solera y criaderas.
Precio de venta en bodega: 42 €/botella.
Descripción del vino: El palo cortado es un tipo de vino
de Jerez, de crianza oxidativa, muy complejo y escaso. Se caracteriza por tener
una nariz fina y delicada como la de un amontillado viejo y una boca con gran
estructura y persistencia como la de los olorosos viejos.
Ficha de cata:
A la vista presenta un magnifico color
natural, oro viejo o ámbar, obtenido
exclusivamente gracias al prolongado envejecimiento en botas de roble. La
limpidez y brillo que presenta el vino, no a rompe copas, también es debido a
la estabilidad natural que se consigue con tantos años de permanencia en las
botas, pues este vino para preservar sus cualidades organolépticas, no se ha
clarificado ni tratado por frio antes de su embotellado por lo que puede
aparecer nube.
Respecto a sus características a la
nariz, podemos decir que el vino es muy complejo y redondo, tiene una gran
cantidad de matices aromáticos, de entre los cuales predominan los aromas de
roble y sus derivados, los frutos secos y especies como vainilla o clavo, unido
a una frescura que podemos interpretar como matices de piel de naranja.
En boca, sorprende la suavidad con la
que entra, siendo un vino absolutamente seco y con tanta estructura. Es
glicérico, untuoso y nada astringente. Su magnífica acidez, próxima a los 7,0
g/L en tartárico, conseguida por concentración, sus casi 12 g/L de glicerina y
su graduación alcohólica del 20% en vol. le dan el equilibrio necesario para
conseguir esta entrada, a la vez que fijan la explosión de intensidad posterior
en el retrogusto y lo hacen largo y poderoso en su largo recorrido.
Recomendaciones de maridaje: Es un vino que nos da múltiples
oportunidades de disfrute, como aperitivo, con todo tipo de embutidos y con los
quesos. Es de los pocos vinos que soporta nuestros quesos fuertes (cabrales o
manchegos viejos).
Durante la comida, acompaña
magníficamente a nuestros platos de cuchara de la dieta mediterránea, la típica
berza andaluza, la fabada, el cocido, ..., también es perfecto para las carnes
de caza. Y en la sobremesa, puede sustituir perfectamente a los destilados.
Elaboración: Debido a su escasez y para mantener
la calidad en el tiempo, la producción de este vino está limitada a 500 cajas
anuales (6.000 botellas/año). La saca total anual nunca es superior a 1/20
parte del total del soleraje.
Distribución: Estados Unidos, Japón, Gran Bretaña y el mercado nacional a través de tiendas especializadas y gourmet.
A través de Club
ARFE ofrece a sus asociados algunos otros vinos que él selecciona y
embotella, pero que no cría. Así, al finalizar la comida, ofreció, un excelente
oloroso con 18% de vol. y un buen cream, con 17% de vol., que tuvimos la suerte
de compartir con un especial amigo de Luis,
el cantautor portuense Javier Ruibal.
A media tarde, nos
despedimos de Luis, y salimos del
frescor de la bodega para encontrarnos y toparnos con el calor jerezano, que
advierte que se acerca la canícula, y el fuerte viento de levante.
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