La asociación Ateneo del Vino de El Puerto de Santa María viene realizando cada
año unas jornadas dedicadas específicamente a un tema de la cultura
vitivinícola. Esta edición, la XXII
Jornadas del Vino Fino, se centró en "La
crianza biológica: finos y manzanillas". La primera parte de las
jornadas, el viernes 17 de noviembre, se desarrolló, desde las 19:30 horas, en el
Salón Rojo, completamente
abarrotado, de las Bodegas El Cortijo,
antiguo complejo de Bodegas Terry,
situado en la entrada de El Puerto, en la ribera del río Guadalete.
Cartel de las XXII Jornadas del Vino Fino |
Programación de la sesión del viernes
Apertura
Javier
Thuillier Pérez, Presidente del Ateneo del Vino, dio la bienvenida
a los asistentes, agradeció la multitudinaria asistencia y explicó el
desarrollo de la sesión de trabajo.
David de la Encina Ortega, Alcalde de El Puerto,
felicitó a la organización y dijo unas palabras de bienvenida, procediendo a la
apertura de las jornadas.
Presidente del Ateneo del Vino (i) y Alcalde de El Puerto (d) |
Nombramiento de Socio de Honor
Eduardo Santander Díaz, Secretario del Ateneo,
dio lectura al punto correspondiente del acta de la reunión donde se acordó
nombrar Socio de Honor al bodeguero portuense Juan Carlos Gutiérrez Colosía. El Alcalde, el Presidente del
Consejo Regulador del Jerez, el Presidente y el Secretario del Ateneo,
entregaron el diploma acreditativo del nombramiento.
Aspecto del Salón Rojo de Bodegas El Cortijo |
Introducción histórica a la crianza biológica
Javier
Maldonado Rosso, historiador especializado en la cultura
vitivinícola, desarrolló una muy interesante, documentada y breve charla
titulada "Introducción histórica a
la crianza biológica". Maldonado
Rosso comenzó advirtiendo de las dificultades del tema, ya que mientras los
conocimientos científicos avanzan, espectacularmente, en Microbiología y en
Enología, los avances de las ciencias histórica no corren parejos. Las dos
grandes cuestiones, el cuándo y el cómo se originan las técnicas de crianza
biológica bajo velo de flor, aún están por
contestar. Habla de las aportaciones del científico Justo Francisco Casas Lucas (1920-2017), que distinguía cinco tipos
de crianza biológica: Crianza fina de flor, la del sistema de criaderas
y solera; Crianza atenuada de flor, la de la crianza del amontillado; crianza estática de flor, la crianza
de la manzanilla a principios del siglo XIX, coincidiendo
con la del agrónomo y botánico Esteban
Boutelou Soldevilla (1776-1813) en "Memoria sobre el cultivo de
la vid en Sanlúcar de Barrameda y Xerez de la Frontera" (1807); crianza con flor muy tenue
o con grupos aislados; y, otras
variedades de crianza de flor (Hungría, Cerdeña, ...).
Explica que para enredar más, en la complejidad del tema, durante los siglos XVII al XIX, no se puede hablar de la univocidad de los términos usados: Fino puede referirse a la calidad del vino, usándose como adjetivo o como sustantivo dependiendo de lo que se quiera decir; Manzanilla, contextualizado, unas veces es una localidad, otras una planta y otras una aceituna; Pale, el término inglés, no es sinónimo de fino en los siglos XVIII y XIX.
Explica que para enredar más, en la complejidad del tema, durante los siglos XVII al XIX, no se puede hablar de la univocidad de los términos usados: Fino puede referirse a la calidad del vino, usándose como adjetivo o como sustantivo dependiendo de lo que se quiera decir; Manzanilla, contextualizado, unas veces es una localidad, otras una planta y otras una aceituna; Pale, el término inglés, no es sinónimo de fino en los siglos XVIII y XIX.
Javier Maldonado durante su intervención |
Existe una dificultad para interpretar los textos,
formular hipótesis y hacer afirmaciones.
Lo que sí está claro es que el velo de flor protege
al vino, finos y manzanillas, de la oxidación, y que la Historia se protege del
error mediante la cautela metodológica.
La primera descripción explicita del velo de flor se
encuentra en el artículo, sin firma, "Método
de cultivar las viñas, y hacer el vino en Xerez de la Frontera"
(Semanario de Agricultura y Artes dirigido a los Párrocos. Tomo IX. Nº 216.
19-02-1801):
"Antes que entre Abril es preciso
executar segundo trasiego, porque entonces, que es justamente quando comienzan
á meter las viñas, siente el vino mucha novedad; en términos que aun los vinos
dulces se suelen poner ásperos y desagradables, y algunas botas suelen rehervirse
poniéndose tan turbios como mosto, con lo que peligran y se pierden muchas
si se retarda este segundo trasiego que llaman de la cabezuela. En él se separa el vino de los
turbios que haya nuevamente formado y de una telita blanca que llaman flor, que
el vino cría por encima y le es muy perjudicial."
El velo de flor se considera perjudicial, ¿por qué?:
1) Se confunde con la enfermedad flores del vino; 2) El velo de flor impedía el
desarrollo de vinos oxidados, necesarios en Jerez como base para la elaboración
de los tipos demandados por el mercado británico.
No se puede afirmar lo mismo para Sanlúcar y El
Puerto. Parece que se evitaba hablar del fenómeno, ¿se tenía la constatación
empírica de su carácter que permitía
obtener vinos ligeros, de aromas punzantes, buen paladar y finura?, el tipo de
vino que demandaban los mercados comarcal y colonial americano.
Justo
Casas Lucas y Luis Pérez
Rodríguez (1948), por separado, coinciden en que las observaciones de Esteban Boutelou sobre la fermentación
insensible del vino blanco de manzanilla se refiere a la existencia del velo de
flor, y que Casas Lucas considera,
que a principios del XIX, era crianza estática.
Los inicios significativos de la crianza biológica
bajo velo de flor puede situarse a mediados del siglo XVIII, donde se darían
las condiciones físico-químicas y bioquímicas necesarias para la formación del
velo, coincidentes con los procesos de las transformaciones vitivinícolas que
dieron lugar a la moderna industria vinatera del Marco del Jerez.
Dos hitos se distinguen en la historia de la crianza
biológica: 1) El cambio de valoración que se produjo en Jerez, que de muy
perjudicial pasó a ser positiva entre los años 20-30 del XX. 2) La
caracterización de los microorganismos que forman el velo de flor a mediados de
los años 30 del XX: levaduras del género Saccharomyces
[La especie S. cerevisiae (Hansen, 1883) es la más importante del
género Saccharomyces, con cuatro cepas
principales en el velo: S. cerevisiae beticus,
S. cerevisiae montuliensis, S. cerevisiae cheresiensis y S. cerevisiae rouxii].
La valoración del velo de flor cambió drásticamente
y para siempre: una joya de la vitivinicultura mundial y la consideración del
fino y la manzanilla como vinos singulares e incomparables. El conocimiento
científico del velo de flor va sustituyendo al conocimiento empírico que habían
desarrollado bodegueros y capataces y que hicieron posible el velo de flor en
condiciones adversas.
En las últimas décadas el conocimiento y la práctica
han avanzado mucho. Y, se sigue constatando que los antepasados escribieron
poco.
Mesa técnica "La crianza biológica: finos y
manzanillas"
La formaban como ponentes:
Federico
Sánchez-Pece Salmerón (Bodegas Caballero-Bodegas Lustau)
Gabriel
A. Raya Toscano (Bodegas Yuste-Bodegas Argüeso)
Javier
Hidalgo Argüeso (Bodegas Hidalgo-La Gitana)
Beltrán
Domecq Williams (Presidente del Consejo Regulador del Jerez)
Antonio
Flores Pedregosa (Bodegas González Byass)
José
Antonio Sánchez Pazo (Bodegas Delgado Zuleta)
y como coordinador:
César Saldaña Sánchez (Director del Consejo
Regulador del Jerez).
José A. Sánchez Pazo, Antonio Flores, Beltrán Domecq, César Saldaña, Javier Hidalgo, Gabriel Raya y Federico Sánchez-Pece (de I a D) |
En primer lugar César
Saldaña hace una pequeña introducción en la que habla de la importante
labor que desempeña el Ateneo del Vino
de El Puerto alrededor de los
vinos de Jerez como pilar fundamental en la historia, el presente y el futuro
de los vinos y como parte integrante del territorio.
Interviene Federico
Sánchez-Pece, Director de Comunicación de Bodegas Caballero-Bodegas Lustau, diserta sobre los vinos de
crianza biológica en el mundo, de los que dice son difíciles de entender por su
"sabor adquirido", ser muy secos y sin nada de fruta. Piensa que el
jerez está tomando aliento después de los años de pesimismo y lo positivo de su
entrada en la gastronomía. Augura un buen futuro, aunque es necesario
conocerlos más y mejor. Finalmente asevera que la uva Palomino permite elaborar
distintos tipos de vinos.
Saldaña
argumenta que es necesario dejar la visión localista ya que la crianza
biológica es global y que las diferencias locales aportan riqueza.
Gabriel
Raya, Director de Comunicación de Bodegas Yuste-Bodegas Argüeso, comienza explicando la singularidad
de la manzanilla y que de la misma uva se obtienen vinos organolépticamente
distintos. De la manzanilla dice que es más seca y más fina, que vive del
mercado nacional y del comercio de graneles. Habla de que hoy las bodegas han
dejado de ser exclusivamente almacenista para saltar a bodegas de crianza y
expedición, aunque conserven el almacenamiento, de las antes manzanillas jóvenes
o finas, manzanillas maduras, pasadas, olorosas, amontilladas y extras,
reducidas en la actualidad a finas y pasadas para hacer más sencilla su
comprensión. Termina reclamando la necesidad de autocrítica para mejor dar a
conocer la manzanilla y el fino.
César
anuncia que en octubre ha crecido el consumo. Para introducir al siguiente
ponente dice que en el Marco no hay vinos de autor, sino vinos de sagas, que la
bodega familiar une con el pasado y de él dice que lleva vinos distintos a
mercados diferentes.
Le toca el turno a Javier Hidalgo, bodeguero de Bodegas
Hidalgo-La Gitana, felicita y se felicita por el dato de consumo aportado
por el Consejo Regulador: es la primera vez que crece el consumo desde hace
años.
La crianza biológica aparece como un instrumento de
comercialización, aunque la historia de la crianza biológica es complicada de
transmitir ya que requiere cierta altura del nivel de educación del consumidor,
que es lenta y cara, pero que no hay que dejar de utilizarla. Además, es difícil
de comprender para los agentes exportadores de vinos con poco tiempo y
necesidad de comprar barato, porque el sistema de criaderas y solera no lo
utiliza nadie y es totalmente diferente del utilizado por el 99 % de los
productores de vino del mundo. Es un valor añadido de los vinos de crianza
biológica.
Son vinos tradicionalmente muy orgánicos, aunque con
el hándicap del alcohol añadido para el encabezamiento y la presencia de
infinidad de cosechas. La maduración y el envejecimiento lo llevan a cabo los
microorganismos del velo, salvajes y existentes en el medio ambiente. Cada bota
de vino es una reserva natural, una reserva biológica en la que todo es
catalizado por un agente natural que fija el CO2 y no produce
contaminación. Las bodegas en el centro de las ciudades, pesadilla de los
bodegueros, actúan como pulmones.
El romanticismo es debido al desconocimiento de los
verdaderos procesos que lleva a cabo la flor en la maduración y el
envejecimiento del vino. En resumen, un vino único que se produce en una superficie
limitada de 6.500 ha de viñedos y con un proceso de maduración y envejecimiento
muy particular y distinto, que es benefactor del medio ambiente. Pero el
resultado es que se puede comprar un buen fino o manzanilla por poco precio. La
sociedad, hoy, solo entiende de dos vinos, los tintos, para las carnes, y los
blancos, para los pescados. Finalizó preguntándose, ¿por qué el consumo no se
dispara y, también, los precios?, y, afirmando que los amigos del Consejo
Regulador son más optimistas.
César
afirma que existen múltiples razones para el optimismo y con ironía dice que
ahora es el momento de consumir los jereces porque van a subir de precio. De Beltrán Domecq, que no necesita,
tampoco, presentación, y que intervendrá ahora, dice que va a hablar del
maridaje de los vinos más gastronómicos del mundo.
Beltrán
Domecq, intentará explicar los maridajes, armonías como
gusta decir, ya que los jereces hay que tomarlos comiendo. La obsesión por la
flor se debe a que fruto de la acción de ésta el vino saldrá como tiene que
salir.
¿Qué comer cuando se bebe vino?. Existen tres tipos
de armonías: 1) por similitud (finos y manzanillas con jamón); 2) por
contraste (olorosos y queso azul); y 3) por complementariedad (finos
y manzanillas con vinagretas).
Basándose en el libro Papilas y moléculas [Papilas y moléculas. La ciencia aromática de
los alimentos y el vino. François
Chartier. Editorial Planeta, S.A. Planeta Gastro. Barcelona, 2017], de Chartier, que visitó Jerez con motivo de
la Copa Jerez Forum
& Competition, el primer foro gastronómico internacional en torno al
Vino de Jerez, que se celebró los días 12-13 de
junio de 2017.
Beltrán Domecq se aproxima, con fina ironía, a Chartier, que ha dedicado unos capítulos
de su libro a los jereces y que ha trabajado cerca de la gastronomía mundial en
El Bulli, con Ferran Adrià, desde 2011 convertido en El Bulli Foundation, y en El
Celler de Can Roca, con los hermanos Roca.
Las
levaduras de flor se alimentan del vino y lo protegen de la oxidación, otorgándole
al vino sus sabores especiales de almendra y nuez, conservando los aromas a
manzana verde y aceituna, y la leve nota salina de la manzanilla.
Tiene identificados 307 compuestos volátiles en los
jereces. La capacidad olfativa solo permite distinguir una determinada
proporción de ellos, los de máxima potencia, y dentro del umbral personal de
percepción.
Los compuestos volátiles pueden ser:Acetales (el
acetaldehído [nuez, manzana verde, jamón ibérico], que aumenta durante la
maduración, es precursor de los compuestos volátiles acetoína [mantequilla, yogur
y queso] y el diacetano [albaricoque y cereza], y aporta carácter aromático).
Ácidos (aumentan
los grasos y aromáticos durante el envejecimiento; disminuye el acético y, por
tanto, la acidez volátil, que tiende a 0). Alcoholes
(disminuye el etanol y la glicerina,
ésta, hasta 0). Amidas. Bases. Carbonilos (aumentan
durante la crianza). Azufrados. Cumarínicos. Diosolones (la
solerona y el sotolón de los higos secos, dátiles, té negro
ahumado). Esteres (en el fino,
los principales, son el acetato y el lactato de etilo, que aumentan al comenzar
la maduración bajo velo y disminuyen en la fase final). Furanos. Lactonas (aportan
carácter aromático [albaricoque, melocotón, coco, vainilla, cerdo]). Terpenos (aumentan
en la crianza. Aportan cítricos y flores). Fenoles (la
levadura impide su pardeamiento).
Todos dan características al vino. Se producen en
las diferentes etapas de la elaboración (cepa, suelo y clima [pagos], mostos,
fermentación alcohólica, maduración lenta bajo flor, adición de alcohol,
impacto de los compuestos volátiles del roble disuelto durante la crianza). La
máxima actividad del velo se da entre el otoño y la primavera. La velocidad de
crecimiento de las levaduras, también, afecta al metabolismo. Se encuentran
hasta 36 compuestos aromáticos (14 acetales, 2 ácidos, 3 alcoholes, carbonilos,
varios nitrogenados, ...). El etanol, la glicerina y el ácido acético son
fuentes de carbono para el desarrollo de las levaduras. La autolisis de las
levaduras, también, contribuye al carácter aromático.
La compatibilidad molecular permite elaborar recetas
armoniosas y magnificar los encuentros con el fino y la manzanilla. La teoría
dice que si una molécula existe en el vino va bien con la misma molécula en
otro producto.
Finos y manzanillas son los
únicos vinos que van bien con el vinagre. Un maridaje complementario. Los vinos
más polivalentes para maridar. El queso, como tapa; y para comer el queso
fresco con finos/manzanillas y los quesos azules con olorosos y amontillados.
¿Quién es François
Chartier? Es un canadiense, creador de armonías, padre de la sumillería
molecular y experto número uno en sabores que trabaja desde hace más de 30 años
en estudiar la relación entre los alimentos, los vinos y la gastronomía, desde
un enfoque científico.
El canadiense de Québec François Chartier |
" Hay
ingredientes que comparten las mismas moléculas, es decir, una aromática
dominante. Significa que son primos."
"Quizás el
higo seco y el Jerez fino. El primero es muy azucarado y el segundo es seco y
recuerda a la manzana y a la almendra, pero combinan a la perfección porque
comparten la misma molécula dominante. Lo descubrí en 2002 y realmente me
sorprendió."
"FINO Y MANZANILLA EN LA MESA
Aunque suelen servirse como aperitivo, el jerez fino y
el jerez manzanilla merecen un lugar destacado en la mesa; incluso diaria que
hay que situarlos entre los vinos más polivalentes a la hora de maridar con los
platos.
¿No se lo cree? ¿Le parece que es imposible que haya
un vino capaz de realzar con estilo los sabores salinos y yodados de las
ostras, de los crustáceos y del caviar, así como los complejos sabores del
sushi y sus condimentos (salsa de soja, jengibre marinado, daikon, wakame) y
que acompañe a su vez sin apagarse a los espárragos verdes, las aceitunas, las
alcachofas, los pescados ahumados y el queso de cabra curado?.
¿Le parece complicado encontrar una perla de este
calibre? Pues bien, el rey del maridaje existe y es el fino. Con sus 307
compuestos volátiles identificados hasta la fecha; al igual que su reina
vecina, la manzanilla, el fino ofrece un amplio abanico de aromas para
complementar una gran variedad de ingredientes."
Saldaña
dice que las posibilidades del maridaje son infinitas. Da la palabra a Antonio Flores, Master Blender y enólogo
de Bodegas González Byass, que con
la maestría de siempre y sus experiencias, dice que su bodega está enfocada a
los vinos de crianza biológica "me siento de González Byass en cuerpo y
alma". Comienza la historia de la bodega (1835) cuando el joven de 27 años
Manuel María González Ángel que
"trabajaba en Cádiz de bancario,
que no banquero", decide trabajar en el floreciente mundo del vino. Tiene
dos grandes problemas, no tiene dinero y no sabe de vinos. Los soluciona con
las aportaciones de un socio financiero, Francisco
Gutiérrez de Agüera, militar y político jerezano, y los consejos vinícolas
de su tío José Ángel Vargas, de
Sanlúcar. El tío José sólo le pide
una pequeña bodega, con entrada y salida a la calle, para poder beber copas con
sus amigos. Esas botas se rotulan como las botas de "Tío Pepe". Hoy
es la bodega "Rebollo", con humedad y orientada a poniente. La mejor del
núcleo fundacional "La Constancia".
Flores
afirma "nací
físicamente encima de esa bodega, donde estaba el dormitorio de mis
padres". Y
"por mis venas no corre sangre, sino Tío Pepe".
Bodegas González Byass tienen un gran tesoro: el
archivo histórico documental, que conserva la documentación comercial desde
1843 (correspondencia con los agentes y el socio Juan Bautista Dubosc
López de Haro).
En
la viña "La Canariera", en el pago "Carrascal", reza
"González Byass la bodega que ama sus viñas". En estos viñedos nacen
los vinos de crianza biológica. En Jerez hay dos aspectos el «terroirs»,
la tierra, la albariza, nuestros pagos, y la bodega, que con la magnífica
variedad Palomino fino, "de la que dicen, por ahí, es poco
expresiva". Sí
en la bodega hay algo maravilloso es la crianza biológica. Los enólogos en
Jerez no hacemos vinos de autor, la responsabilidad es mayor: cuidar un vino, con el estilo, el tipo y el encaste de levaduras de la bodega, mantenerlo y no desviarlo, mejorarlo, si es posible, y entregarlo a la siguiente generación como
mínimo como nos lo entregaron a nosotros. Existe el estilo de cada bodega, el
tipo de levadura de cada bodega y las diferentes poblaciones de levaduras.
La
levadura se adapta al entorno. Los vinos de crianza biológica hay que moverlos
en la bodega para aportarle nutrientes al ser vivo levadura.
El
sistema de criaderas y solera, un equilibrio inestable, tiene un talón de
Aquiles, es el mayor sistema de contaminación del mundo, que necesita
vigilancia.
Detrás
de Tío Pepe hay más de 20.000 botas. Exige incontables sacas y rocíos para no
contaminarlo. Requiere control analítico y organoléptico, un gran despliegue de
controles.
Una botella de fino o
manzanilla transmite: la fuerza de la tierra, el sol, la sal, la lluvia, el
viento, la situación de la bodega, el trabajo desde la viña a la bodega y la
emoción.
César corrobora, que el vino es emoción y
pasión, complejidad y trabajo. A continuación interviene José Antonio Sánchez Pazo, al que recuerda las vivencias al
transmitir el milagro de la flor, el misterio de la flor. Se puede hablar, hoy,
de cepas peculiares, fruto de la investigación; el trabajo para entender la
maravilla biológica que es el fino y la manzanilla.
Sánchez Pazo dice que es un privilegiado, de
Cádiz, vive en El Puerto, ha trabajado en Jerez y, ahora, en Sanlúcar. Habla de
que las levaduras son seres vivos que necesitan condiciones óptimas para vivir
y de los factores que influyen en la crianza biológica (temperatura, humedad,
oxígeno y lugares oscuros y frescos). Evitar los picos de temperatura. El
metabolismo de las levaduras está estresado por el alcohol (15 % vol.) y un
aumento de la temperatura se convierte en letal; la flor se cae y comienza la
oxidación. La diferencia de temperatura entre la bodega y la bota es de 2º C,
amortiguados por la madera de la bota. La levadura es un hongo que necesita de
humedad alta para vivir óptimamente. Asevera, también, los enólogos hacen
posible que los finos de Jerez no pierdan la flor en ningún momento del año
usando sistemas que amortiguan las altas temperaturas, aunque no todas las
bodegas crían igual. Los contenidos de oxígeno de los finos y manzanillas está
cerca de cero. Las levaduras, al respirar, consumen oxígeno y lo obtienen del que
está sobre la superficie del vino, que es aportado por el sistema de criaderas
y solera (sacas y rocíos). Las botas tienen, además de la boca (bojo), un
registro que permite mejor ventilación. La flor óptima se encuentra a 20º C,
aireación y abundante humedad. También influye la mayor superficie del velo
(mayor oxigenación) para lo que se juega con la altura del vino en la bota.
Dependiendo del porcentaje de las cepas de Saccharomyces
cerevisiae (beticus,
cheresiensis, montuliensis, rouxii) las características organolépticas serán
distintas: la nariz y el sabor cambian de forma radical. Se ha estudiado que
injertando en un mismo vino cada una de las variedades se obtienen resultados
distintos. Las cuatro tienen, además, subespecies. Reconoce que se sabe poco de
las levaduras de flor y que la preocupación fundamental es que siempre haya
flor.
Se
concluye que la gran riqueza es que existan diferencias entre los finos y las
manzanillas. La importancia del grupo de organismos que forman el velo de flor.
Comienza el coloquio. Las múltiples preguntas de los asistentes trataron sobre las
levaduras, los sistemas de crianza, la manipulación de los vinos, los procesos
antes del embotellado, los vinos en rama, dificultad de diferenciar entre finos
y manzanillas, ...
Finalmente,
Juan Carlos Gutiérrez Colosía
intervino para agradecer el nombramiento de Socio de Honor y con su habitual
desparpajo habló sobre la crianza de finos y manzanillas en El Puerto:
"Históricamente en El Puerto había más manzanilla
que vino fino. Todas las bodegas tenían dos o tres marcas de manzanilla y una
sola marca de vino fino. Es más, a El Puerto venían las gente de Jerez a «La Colmena» a beber manzanilla,
manzanilla «Magdalena», media botella una
cincuenta. ¿Qué ha pasado ahora que no podemos tener manzanillas?...
Personalmente opino que la diferencia que hay entre el vino fino y la
manzanilla es el nombre."
Juan Carlos Gutiérrez Colosía durante su intervención |
Showroom de bodegas
A
continuación en el salón "Las Viñas" dio comienzo el showroom de
bodegas. Las bodegas ocupaban los correspondientes stands y ofrecieron sus
vinos. Estaban presentes:
El Puerto:
■Caballero
■Osborne
■González Obregón
Stand de Bodegas González Obregón |
■Grant
■Gutiérrez Colosía
Jerez:
■Emilio Hidalgo
Stand de Bodegas Emilio Hidalgo |
■Faustino González
■Fernando de Castilla
Stand de Bodegas Fernando de Castilla |
■González Byass
■Lustau
Sanlúcar:
■Argüeso
■Barón
■Hidalgo-La Gitana
■Juan Piñero
■Yuste
Stand de Bodegas Yuste-Argüeso |
El Ateneo del Vino de El Puerto ofreció unos aperitivos, servidos por el Restaurante
Los Portales. Sobre la medianoche acabó la sesión.
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